14 diciembre 2007

Guerrero

Mañana viajo a Guerrero y por primera vez en 11 años va también mi madre. Espero que disfrute la experiencia, que no se ponga muy intolerante ni muy nerviosa y que aguante la comida condimentada y picosa de aquellas tierras.

Creo que al final va a gustarle, es como para echarle ese tipo de “choros” que dicen antes de subirse a una atracción extrema de parque de diversiones, en pocas palabras: abróchese los cinturones y disfrute del recorrido.

Me acuerdo de la primera vez que fui ya de adulta por los caminos del sur, llevaba chaperona (pobrecilla ella) y si no mal recuerdo estaba recién peleada con el novio y todo. Fué a regañadientes porque mi madre de otra forma no me hubiera dejado ir, así es la mamá: extraña en ese sentido, liberal pero “apretada” (¿será eso posible?, –pues si)

Total, aquella vez con todo y mis nervios por la novedad y la lejanía del nido la pasamos lindo, y la chaperona hizo mi viaje menos nerviudo (jajaja).

Ahora ya estoy acostumbrada a ese rollo del paseo, la comida, la pachanga, en fin: la vibra navideña de Chilpo. La novedad en estos días será la compañía, espero poder hacerle el viaje más “light” a la mamá, mientras, desde ahorita pongo changuitos para que no nos saquemos los ojos (por favor).

año viejo

Ya se acaba el año y sentí como si el tiempo me hubiera estado pisando los talones. Probablemente pude haber hecho mucho más, casi siempre es posible esforzarse más pero como fue, fué (¿!). Dicen que no es bueno arrepentirse de las cosas y aunque estoy de acuerdo, invariablemente suelo arrepentirme de lo que no hice, ni modo. Tal vez está en mi educación eso de sentirme culpable o de arrepentirme y tal vez uno de los muchos propósitos para el año que va a empezar sea tratar de evitar esos sentimientos.

Hacer propósitos para el año nuevo es común y también es medio “jalado” porque uno acaba proponiéndose cosas a veces no muy realistas, o volvemos a proponernos lo que nunca logramos que casi siempre es lo mismo (no entendemos). Quizás lo mejor sea sin autoengaños y con sinceridad decirnos: “ojalá me sea posible…” o “voy a esforzarme ahora si...”. O no, mejor sería de verdad hacer lo que nos proponemos, a ver ¿quién le entra?, por lo menos de 5 propósitos cumplir 3.

Bueno, qué más da; que cada quien haga con sus propósitos o no propósitos lo que se le de la gana, pero que lleguemos al 2008 de preferencia en buenas condiciones.

¡Felicidades!