cuando mi cordura se aleja, corro inmediatamente a buscarla para traerla de regreso y amarrarla juntito a mi.

Viajero

Al final del día

no se qué decir, pero intentaré algo.
Pasó septiembre, se termina octubre y parece que no hay nada que decir, aunque si.
El viernes en la mañana salí de casa feliz. Ayer regresé de la calle con un hueco, uno solamente parecido al que tuve ese último concierto de los Hombres G al que fui.
Esta madrugada estoy escribiendo raro porque me siento así.
La mayor parte de mi vida me la he pasado con varios sentimientos que conviven adentro de mi, todos diferentes. Este octubre no me he librado de esa situación.
Para explicarlo quizás de una manera más simple: estoy inquieta, nerviosa, temerosa, emocionada, preocupada, molesta y un poco melancólica. Son como varios colores emocionales peleándose por tener la mayor saturación adentro de mi.