25 septiembre 2006

¡fuerza chicas!

fiesta de mal humor

Antes de seguir con lo que estaba haciendo necesito este momentito.
Otra vez otros minutos tan triste: estoy harta de estar mal así, a veces, avecesitas.
Y lógicamente eso ahuyenta a todos (si me ahuyenta a mi misma…)

Ahora hago algo que me quite el triste humor que a fin de cuentas es mal humor porque estar triste no es muy bueno, en todo caso es más bien malo, ¿no?
Y estoy bajando música de internet con mi LimeWire, no hay muchísimo que ver o encontrar, pero funciona bien.
Y me encontré en el teclado un ajonjolí, cualquiera podría pensar que estoy entre la mugre y el desorden. Pues si, hay algo de desorden aquí, pero mugre no, eso si que no (el ajonjolí se coló en mi fiesta del mal humor para contribuir…)
Tengo la intención de terminar con lo que estaba haciendo, lo haré aunque sea lo último que haga, lo último que haga (como diría Gárgamel, oh: espero pronto poder conseguir por lo menos unos pocos capítulos de los Pitufos, me encantaría y escuchar esa voz de Gárgamel…)

que mal

Mi mamá aplicaba el método: “para que llores por algo”… La neta es que me parecía horrible, no sé si todavía me siga pareciendo tan feo porque ahora lo aplico yo, aunque sin agresión física. Y no sé qué es peor, si la agresión física o la verbal. Bueno, no creo haber agredido ni ofendido hace rato, pero si le dolió un poquito el corazón como que no se lo esperaba, no creía que iba a darle una mala noticia justo despuecito de que me contó que no se sentía muy bien de ánimos. Y yo no sé por qué lo hice, pero la verdad es que acostumbro. Por algo tenía en la pared una imagen que me recuerda a un dicho sabio, una carta de la lotería (la 50, para ser precisos), esa que siempre me recuerda el pie del que cojeo, la tengo muy presente.
Siempre me hago propósitos para ser mejor, entre otras cosas, claro que no es mi propósito número 1 para ser muy sincera, en fin. Y para alimentar mi fuerza de voluntad, mejor ya regreso a mis actividades laborales.