08 diciembre 2006

que extraño

Qué bonito y qué feo a la vez es extrañar a alguien, o tal vez soy masoquista.
Lo único que tengo claro en este momento es que para escribir soy bastante mala.

Ésta ha sido una temporada rara para mi, a pesar de la bola de años que ya estoy cargando mi cabeza no puede estabilizarse, por decirlo de una forma: estoy confundida. Quiero tantas cosas y no puedo terminar ninguna (vaya, algunas, ni empezar…)

Mi corazón ha estado dando “vueltas”, anda como con insomnio, como inquieto, angustiado. Y yo ya no sé cómo calmarlo, cómo convencerlo de que después de la tempestad viene la calma. Creo que no me entendería, porque es como un animalito inquieto, ¿como un roedor?, parece, porque a veces se me quiere ir de las manos.

Ahora siento un suspiro crónico en mi pecho, es tan extraño. Es de esos sentimientos que hace ya un buen rato que no me pasaban.

¿examen de conciencia?


Cuando uno no se siente correspondido en esas cosas del amors es bastante tristón el asunto, no se haya uno (digo, es una manera vulgar o estúpida de decirlo, pero así es: se anda perdido o algo así)
Yo, si no me siento amorosamente satisfecha me voy a la goma un rato, me deprimo y cuando regreso de la depre, probablemente si sigo sin la atención suficiente busco y encuentro por lo menos una sonrisa diferente que me ilumine el alma. No puedo esperar tanto, así soy y como me dijeron por ahí, a veces uno tiene que pensar en su felicidad antes que en la ajena. Digo, no quiero sonar egoista, pero gran parte de mi vida he sido paciente y me he dedicado a pensar mucho en los demás, o si no es así: que se me demuestre lo contrario.

Mi verdadero yo, o mi yo más fregón no es tan estable, no tiene tanta güeva ni es tan paciente. Tampoco es tan ojeis: sólo es más aventurero, más movido y más alegre, ¿está mal?. Ese yo tiene la parte de mi que más me gusta y por alguna torpe razón, la que más he reprimido a lo largo de mis años.
Estoy analizando, estoy recordando sin detalle muchos momentos de mi vida y tienen que ver con momentos muy felices a los que les seguían situaciones melancólicas o tristes (y no tenían que ver conmigo, eran externas)
Digo, no quiero parecer ninguna mártir, y creo que a la mayoría de las personas nos pasan ese tipo de cosas, sólo que tal vez por mi personalidad las sentía como más fuertes, me pegaban más cañón.

En fin, ya pasó mi mini-catarsis.

30 noviembre 2006

caso penoso

Todo mundo podría burlarse de esta manera de discutir porque no tengo idea, no se cómo hacerlo: nunca aprendí. Siempre acabo sin saber qué decir, repitiendo palabras o frases a lo tonto: haciendo el ridículo porque no sé explicarme bien ni cómo defender una idea cuando ni siquiera yo misma la tengo clara.

en fin, en fin.

da igual

La verdad es que este blog, más que otra cosa es como un diario, tal vez el nombre de blogones tiene su raiz en "culebrones"... Escribo lo que siento, lo que me pasa, ni modo. Ya que tenga práctica, conocimiento, habilidad: si de casualidad llega ese día, intentaré escribir como debe ser. Creo que nunca es tarde para aprender, para ponerme las pilas, para leer mucho, en serio.
En fin, pido disculpas (si hay necesidad de ello para alguien que de casualidad pase por acá, le de por leerlo y le parezca penoso o algo asi...)

adiosín.

¿la fuente?


El sonido era tranquilizante y no acababa nunca, me llevaba a un paisaje natural dentro del que imaginaba mas sonidos, y formas y colores.
Ahí estabas, flotando al ras del suelo, casi recostado en el pasto suave, fresco y perfumado, cuando al abrir los ojos viste brotar el agua de una enorme piedra brillante calada con formas curvas que se enredaban.
Yo nunca supe si de verdad era una fuente, o un manantial o una rareza: el agua fluía dibujando un camino, como un río con peces resbalosos y plateados nadando en el.
Espero regresar pronto ahí y además poder remojar los pies.

20 octubre 2006

Una jefa neurótica, una semana pesada y un extraterrestre imprudente

En un día muy cansado, después de la desvelada más larga en mucho tiempo, a punto de conciliar el sueño, me despertó un extraterrestre. En otras condiciones me hubiera asustado terriblemente o me hubiera emocionado o, simplemente, no me la hubiera creido, en fin... Pero ahora lo que pasó fue que me enojé muchísimo porque interrumpió mi sueño.

11 octubre 2006

2 de octubre


la pasividad me aplasta

la memoria visual me falla...
... y para colmo nos abandona el amor,
no sólo a tí y a mí: a todos

espero no rodarme por las escaleras de la vida,
me aferro al barandal, al pasamanos,
pero a veces parece resbaloso.

25 septiembre 2006

¡fuerza chicas!

fiesta de mal humor

Antes de seguir con lo que estaba haciendo necesito este momentito.
Otra vez otros minutos tan triste: estoy harta de estar mal así, a veces, avecesitas.
Y lógicamente eso ahuyenta a todos (si me ahuyenta a mi misma…)

Ahora hago algo que me quite el triste humor que a fin de cuentas es mal humor porque estar triste no es muy bueno, en todo caso es más bien malo, ¿no?
Y estoy bajando música de internet con mi LimeWire, no hay muchísimo que ver o encontrar, pero funciona bien.
Y me encontré en el teclado un ajonjolí, cualquiera podría pensar que estoy entre la mugre y el desorden. Pues si, hay algo de desorden aquí, pero mugre no, eso si que no (el ajonjolí se coló en mi fiesta del mal humor para contribuir…)
Tengo la intención de terminar con lo que estaba haciendo, lo haré aunque sea lo último que haga, lo último que haga (como diría Gárgamel, oh: espero pronto poder conseguir por lo menos unos pocos capítulos de los Pitufos, me encantaría y escuchar esa voz de Gárgamel…)

que mal

Mi mamá aplicaba el método: “para que llores por algo”… La neta es que me parecía horrible, no sé si todavía me siga pareciendo tan feo porque ahora lo aplico yo, aunque sin agresión física. Y no sé qué es peor, si la agresión física o la verbal. Bueno, no creo haber agredido ni ofendido hace rato, pero si le dolió un poquito el corazón como que no se lo esperaba, no creía que iba a darle una mala noticia justo despuecito de que me contó que no se sentía muy bien de ánimos. Y yo no sé por qué lo hice, pero la verdad es que acostumbro. Por algo tenía en la pared una imagen que me recuerda a un dicho sabio, una carta de la lotería (la 50, para ser precisos), esa que siempre me recuerda el pie del que cojeo, la tengo muy presente.
Siempre me hago propósitos para ser mejor, entre otras cosas, claro que no es mi propósito número 1 para ser muy sincera, en fin. Y para alimentar mi fuerza de voluntad, mejor ya regreso a mis actividades laborales.