Antes no pasaba esto de necesitarlos tanto, es más: antes, antes; ni pensábamos en ellos. Ahora hasta sufrimos cuando nos quedamos sin crédito o sin batería, es un horror.
Hoy, como el suyo anda sin pila y el mio sin crédito pues nomás no nos podemos comunicar, y mirándolo "por el lado amable" hoy hay paz y cierta libertad, cada quien puede estar tranquilo. Los sombrerazos, si los hay, serán después. Seguro habrá un buen tiempito más tarde para dedicarlo al celular, ya sea a cargarlo o a conseguirle crédito: y más con la promoción Navideña de más por menos. Así es.