25 octubre 2017

Nos estamos viendo

Ya puedo sentirme tranquila o menos "conflictuada" que antes, y además me siento feliz: al menos hoy (pero creo que ya van varios días), y cuando no me siento feliz, dentro de mi y cada vez más grande aparecen la calma o la tranquilidad. Se que no estoy en el Paraíso y que hay mucho por hacer, y tengo esas ganas de que sucedan cosas. Creo que me siento feliz y motivada porque las cosas van a cambiar. No puedo asegurar que cambiarán drásticamente para bien pero con saber que habrá cosas distintas me basta. A veces siento tristeza, melancolía o nostalgia (sí, así de confuso el sentimiento) de mi vida en familia como era o como la concebía. Siento que desde que existen los teléfonos/dispositivos "inteligentes" nadie pela a nadie, nadie se interesa en realidad por lo que le ocurre al otro, o no lo expresa directamente, si acaso en un mensaje, o no se... Podría ser solo mi percepción y que la aislada sea yo (ups!), pero es lo que observo y lo que siento, algo así como soledad acompañada cuando la familia se reúne. Yo soy más de convivir, de jugar, reírme, escuchar música (sí, aunque no lo parezca). Me gusta disfrutar y reír. Se que la vida es seria y que hay cosas horribles y preocupantes, y que discutir y comparar nuestra opinión con las de los demás es sano e importante, pero hay niveles de hacerlo y me he dado cuenta que en la familia se usa el atacar, burlarse o negar la opinión del otro, sobre todo si es muy diferente a la de uno. Yo no me considero así, aunque puede que lo sea. Creo que tantos años de terapia, tanta curiosidad por entenderme y analizarme, por tratar de conocer por qué soy así, por qué me han pasado cosas como las que me han pasado me han dado seguridad, cierta libertad y paz. Y como a Duvalín: eso no lo cambio por nada... (Disculpas por el mal chiste. Jaja).

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