25 agosto 2007

anoche

Anoche, entre la lluvia, el cansancio del regreso de la chamba en viernes para muchos de quincena (palabra que suena todavía lejaaana para mi), el viaje en microbús de 2 horas de la Cuauhtémoc a Coyoacán... ¡lo que soporta uno!
Yo ya estaba hasta el gorro metida en ese lugar: encerrado por la lluvia, llenito de gente y oliendo a aerobics, escuchando el radio en la estación favorita del chofer y a la vez a las joviales pasajeras (y algunos que otros también) cantando "...si no es ahora, será mañana...", como que empezó a darme algo así como ansiedad. Cuando sentí que faltaba mucho para llegar a mi casa y que no podía bajarme y caminar, porque llovía medio feíllo, decidí ponerme mis audifonitos y transportarme a otro mundo: mis canciones favoritas (es "la onda"), y así, como cuando era chiquita, hacer mis videoclips personales, por supuesto que imaginarios, con las imágenes que iban pasando frente a mi, escogiendo a las personas y situaciones para cada frase...
Iba todo bien padre cuando llegó la hora de bajar, ni modo: a pisar charcos, abrir mal el paraguas, discutir, ser mojada por los automovilistas y ponerme de malas otra vez. Duró poquito el mal humor porque a fin de cuentas siempre acaban por hacerme reir, a pesar de TODO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"El PD en otro post."

Mojada hasta el interior de las uñas.... mmmmmm. Hecha una sopa de fideo de esas que no le gusta a Mafalda..... mmmmm. Con tanta agua como la alergia que le causa a un gato en solo pensarla... mmmmmm.

Y se atreven a decir que se acerca alguna tormenta más en esta temporada. Que ya paso Dean y que el sol saldra hasta el año entrante continuamente.

Una ciudad sucia, donde el actor principal es el que escribe la obra. Una sonrisa y un rozón en la mejilla mojada por la lluvia y los autos a velocidad tortuga, quizas (no prometo nada) alivien un poco la locura.

PD: Que bueno que regresaste, en hora buena.

Anónimo dijo...

El mundo de afuera se hunde y se inunda...
arrastra a los débiles, a los necios y a los que se aferran a ese mundo...
El mundo de afuera no nos importa pero pedimos piedad de nuestra debilidad, por que caer en la tentación es ser destruído...
¡Ríete pués!
Ríe de los que caigan y se hundan, pues todos se pueden hundir, menos tú pues tu magia te ha protegido mas veces de las que ni te imaginas.