25 abril 2009

Así de diferentes somos

Estoy disfrutando del silencio y la tranquilidad. Creo que no cambiaría este momento por nada. Y esto suele empezar en cuanto escucho que la puerta se cierra, y luego le "echas llave".
Hoy preferí sentirme débil que estresada. Me quedé sola y en paz, tal vez hasta feliz.
Los pájaros cantan afuera en algún árbol y yo descanso aquí adentro, como ellos, en mi casa. Ni los coches pasan, no es un día normal pero para mi está bien así.

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