27 julio 2008

NO sostenido

A veces me cae el veinte cuarenta y tantas horas después de que pasan las cosas. ¿Por qué, por qué a mi? –Bueno, porque soy débil y tonta, no encuentro otra explicación.
No se todavía decirle que no. Es un asunto con el porque no me pasa siempre ni con todo el mundo, es con él que siempre cedo.
Dije no al principio y debí de haberlo sostenido... Pero no. Pasaron las cosas, pasó el tiempo, le seguí la corriente como si estuviera hipnotizada y es hasta ahorita cuando me doy cuenta de que caí OTRA VEZ.
Quizás es momento de asistir a ese grupo que me da tanta curiosidad, el que creí que no existía en México: Codependientes Anónimos. Nada más es cosa de hacer un plan y proponerme cumplirlo como Dios manda (diría mi Abuela)

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