De estos, uno muy loquito se atrevió a degrafilarme el pelo; yo creo que tenía complejo de tijeras de estilista... El más tímido me odió por atreverme a intentar con el flash a pesar de que no lo disparé al 100% (todavía estoy apenadísima con él y arrepentida de haberlo hecho)
En fin, aunque la sesión no fue exitosa, tal vez sea posible rescatar un par de imágenes...

No hay comentarios.:
Publicar un comentario