01 mayo 2009

De repente

me vino a la memoria el olor de los higos crudos. Y se me antojaron. Decidí que voy a tener una casa propia con jardín, y con una higuera.
Tuve una linda infancia a pesar de todo, a pesar de las caras asustadas o tristes en las fotos... El azúcar, sobre todo de las frutas, y las sonrisas dulces hicieron todo más fácil.

No hay comentarios.: