Parece que hay veces en que (...?)
mediante nuestra actitud, buscamos una reacción en la persona con la que estamos "tratando", como que la provocamos.
Hoy, a estas horas de la noche: estoy cansada, tengo dolor de cabeza, siento el cuerpo cortado y tengo frías las manos y los pies. O sea: no estoy de humor, preferiría seguir estando sola, como estuve el resto de mi día, sólo que ahora en silencio. Bendito silencio, a veces lo extraño. Muchas veces el día no me lo da y es probable que por eso la noche me ponga de buenas.
Me harta estar escuchando las noticias de futbol, hoy soy intolerante al cantadito ese de los comentaristas deportivos. Es más, si sigo escuchándolo cinco minutos más tendré que verme en la penosa necesidad de apagar la tele.
Y bueno, ya, así, poquito... hasta aquí mi descarga de mal humor (por hoy) y a seguir chambeando, a tomar mi anhelado analgésico, y en tres o cuatro horas: a dormir.
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